Tras una breve sesión informativa, los alumnos salieron en pequeños grupos, ya que cada grupo quería centrarse en cosas distintas y no aburrirse caminando junto a los profesores o los cuidadores de animales.

Uno de los lugares más destacados para todos fue, sin duda, el recién inaugurado acuario, donde se podía ver una gran variedad de peces y otras criaturas marinas que, de otro modo, sólo se reconocerían en películas de animación como Buscando a Nemo.

Gondwanaland también fue uno de los lugares más populares. No sólo se podía ver un perezoso que trepaba hasta el techo de la sala. También se podía ver a un lémur coronado que robaba descaradamente la comida de la boca de una tortuga.

Siempre es interesante observar el comportamiento de los animales justo antes de que se les dé de comer. Siguiendo un reloj interno, parecen esperar la señal adecuada, una puerta que se abre o a su respectivo cuidador. Fascinante sin fin.

Una excursión estupenda y llena de acontecimientos al final del curso escolar con un tiempo estupendo en verano.